La energía solar es una energía verde. Produce una pequeña cantidad de contaminantes y el impacto medioambiental se produce principalmente durante la fabricación, la instalación, el transporte y el reciclaje de la infraestructura.


Al final de su vida útil, los paneles solares son reciclables en un 90% aproximadamente. Tienen una vida útil larga, de unos 30 años. Estos sistemas solares tardan entre uno y cinco años en producir la cantidad de energía necesaria para su fabricación.
La ley ( Directiva 2012/19/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 4 de julio de 2012 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)) exige la eliminación de los módulos fotovoltaicos, por lo que los fabricantes, importadores o distribuidores están obligados a recuperar sus aparatos viejos sin coste alguno. También deben financiar la eliminación y recogida de los residuos.