7. Utiliza electrodomésticos eficientes.
A partir del 1 de marzo de 2021 se cambiaron los criterios para considerar cuánto de eficiente es un aparato, y el etiquetado se simplificó para abarcar de la categoría A a la G. Por lo que ya no encontraremos las etiquetas A+++ sino que ahora la eficiencia se mide únicamente por letras. Mucho más sencillo, ¿no?
Pasar de un frigorífico con certificación energética G a uno con A supone una reducción de su consumo de más del 50%, según Deloitte. Al cambiar uno antiguo por uno más eficiente, es posible ahorrar unos 900 euros a lo largo de su vida útil, tal y como indica la Agencia Andaluza de la Energía.
Fuente:https://europa.eu/youreurope/business/product-requirements/labels-markings/energy-labels/index_es.htm